La ciudad digital al servicio del ciudadano, la visión de Mário Campolargo

Descubra cómo la tecnología puede crear ciudades más seguras, eficientes y centradas en las personas.

Mário Campolargo es una figura clave en la transformación digital de Europa, habiendo ocupado cargos de alto nivel durante más de 30 años en la Comisión Europea, incluido el de Director General. 

Entre 2022 y 2024, sirvió Portugal como Secretario de Digitalización y Modernización Administrativa, donde desempeñó un papel fundamental en la modernización digital y la innovación tecnológica. Actualmente es profesor invitado en la Universidad de Aveiro.

En el marco de la 1.ª Conferencia Smart Cities Portugal, celebrada el 27 de marzo de 2025, Ubiwhere conversó con Mário Campolargo sobre el impacto de las Plataformas de Gestión Urbana, explorando cómo estas soluciones pueden hacer que las ciudades sean más eficientes, sostenibles y, sobre todo, centradas en el ciudadano. La conversación revela cómo la tecnología puede ser un facilitador de la transformación urbana y un motor de innovación para el futuro de las ciudades.

“Solo las ciudades humanas son verdaderamente ciudades inteligentes.”

Mário Campolargo

Mário Campolargo

Former Secretary of State for Digitalisation and Administrative Modernisation – Government of Portugal (2022-2024)

UW: ¿Cuál debe ser el papel de empresas tecnológicas como Ubiwhere en el desarrollo de ciudades más inteligentes?

MC: Las Plataformas de Gestión Urbana son un componente esencial para transformar una sociedad más analógica en una sociedad más digital, para poder captar las aspiraciones de los ciudadanos y también obtener datos concretos sobre varios aspectos —climáticos, de transporte, medioambientales, de iluminación, de residuos, de basura.

Una plataforma agrupa, o debería agrupar, un conjunto de datos que ofrecen información sobre las personas, sobre sus aspiraciones e intereses. Si la plataforma es capaz de ayudar a la administración local —o, si pensamos a nivel nacional, a la administración del país— a desarrollar políticas públicas más adaptadas a los ciudadanos y ciudadanas, entonces las Plataformas de Gestión Urbana cumplen un papel especialmente importante.

 


 

UW: ¿Deben los ciudadanos preocuparse por la seguridad de sus datos? ¿Y qué medidas deben adoptar las empresas para garantizar que los ciudadanos no se vean perjudicados?

MC: Muchas veces, los ciudadanos no tienen una percepción clara de cómo se tratan sus datos. Si la tuvieran, quizás no compartirían con las grandes plataformas y redes sociales tantos datos sobre su vida, sobre lo que hacen, datos que revelan, de alguna manera, un modus vivendi específico que permite crear un perfil muy detallado. Ese perfil luego se vende a anunciantes, en el mejor de los casos, pero también puede ser vendido a entidades que desconocemos.

Por tanto, aunque el ciudadano no sea plenamente consciente del uso malicioso que se puede hacer de sus datos, las plataformas tienen una obligación regulatoria en Europa, principalmente a través del cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos. Además, ahora también está la Ley de Inteligencia Artificial, que define claramente en qué ámbitos se puede utilizar la inteligencia artificial, cuáles son las condiciones y cómo se deben mitigar los problemas relacionados con el uso de datos, en particular los datos personales.

Así que, aunque el ciudadano no tenga plena conciencia, y debamos trabajar en su alfabetización digital, es muy importante que quienes proporcionan las Plataformas de Gestión Urbana actúen con responsabilidad. Sobre todo, quien quiera transformar una ciudad o territorio en un territorio inteligente debe entender que esto debe hacerse sin sesgos, sin uso abusivo de los datos, con la capacidad de saber exactamente quién ha utilizado los datos y con qué propósito, garantizando transparencia y que la administración sea transparente y responsable ante los ciudadanos.

 


 

UW: A veces los ciudadanos no son conscientes de que existen las plataformas de gestión urbana. ¿Cómo se benefician de ellas?

MC: Lo primero que quizás conviene entender es que las grandes revoluciones industriales solo alcanzan un estado de madurez cuando ya no nos damos cuenta de que las usamos en el día a día. Esto ocurrió con la electricidad. ¿Quién piensa en la historia de innovación, investigación e infraestructura que garantiza que la luz se encienda al accionar un interruptor?

Lo mismo ocurre, o ocurrirá progresivamente, con el uso de los datos, esta noción de sociedad inteligente, sociedad digital, administración digital, ciudad inteligente… Cuando una persona, sin conocer la complejidad que hay detrás, dispone de un conjunto de servicios que acercan la administración al ciudadano, que están disponibles, que anticipan preocupaciones, deseos o necesidades —ya sea para pedir una cita con la administración pública local o para asegurar que hay una plaza de aparcamiento disponible cerca del hospital en el momento necesario.

Cuando seamos capaces de anticipar —es decir, cuando la administración pública, local o nacional, sepa que un ciudadano tiene una determinada necesidad en un momento concreto y pueda anticiparse para ofrecerle lo que necesita— entonces estaremos ante una ciudad inteligente. Si logramos esto, lo que yo llamo “las tres A”: Acercarse, Anticiparse y Automatizar, estaremos transformando el término “ciudad inteligente” en una ciudad cercana al ciudadano, que el ciudadano utiliza en su día a día. Solo las ciudades humanas son verdaderamente ciudades inteligentes.

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